Una de las hijas de la familia, hacía días que hablaba con su abuela muerta: Coqui. En una fiesta, al tiempo, el padre fue a cargar las fotos en la computadora y al verla empalideció.

Al parecer, dicha foto causó conmoción en la familia y un cura llegó pronto a exorcizar la casa. Luego quisieron borrar la imagen por miedo, pero la guardaron para mostrar a los medios lo sucedido.

La misma chica que hablaba con Coqui, reconoció haber sacado esa foto mientras su mamá lavaba los platos y las dos aseguran que no había nadie más en la cocina.

Ningún integrante de la familia reconoce a la mujer de la foto que parece estar haciendo una mueca bastante aterradora.