Increíblemente, este suceso ocurre en República Dominicana con varios niños a los que se los conoce en el lugar como los 'güevedoces', lo que se puede traducir como 'con peneas a los 12 años'.
Estos niños no muestran sus órganos reproductores masculinos hasta la edad de 12, cuando les empieza a crecer el pene y a aparecer los testículos.
En un informe, la BBC estuvo en el lugar y entrevistó a algunos de ellos: "Nunca me gustó vestirme como una niña y cuando me traían juguetes para niñas nunca los utilizaba", dijo Johny, antes conocido como Felicita.
Carlos, antes llamado Carla, fue otra historia que apareció en el medio, y cuya madre expresó: "Cuando cumplió cinco años, me di cuenta de que siempre que veía a uno de sus amigos niños, quería pelear con ellos. Sus músculos y su pecho empezaron a crecer. Podías ver que iba a ser un niño".
Esta inusual condición fue estudiada por un miembro de la Universidad de Medicina de Cornell, en Nueva York, Julianne Imperato-McGinley, quien llegó en los años 70 a esa zona remota de República Dominicana por los extraños reportes.
Finalmente, después de muchos y largos estudios, el investigador llegó a una conclusión que se basa en "el juego de los cromosomas".
Cuando una persona es concebida tiene normalmente un par de cromosomas X si va a ser una niña, o un par de cromosomas XY si va a ser un niño. Durante las primeras semanas en el útero el sexo es indefinido, y las hormonas del sexo aparecen luego de unas ocho semanas.
Si sos hombre, el cromosoma Y instruye a tus gónadas para que se conviertan en testículos y envía testosterona al tubérculo para que lo transforme en un pene. Si sos mujer, no producís dihydrotestosterona y tu tubérculo se convierte en un clítoris.
Cuando Imperato-McGinley investigó descubrió que esos niños tienen una deficiencia de una enzima conocida como 5-alfa reductasa, que convierte la testosterona en dihydrotestosterona.
Parece que esta deficiencia es una condición genética bastante común en esa parte de Dominicana, pero extraña en el resto del mundo. Por lo tanto, los niños a pesar de tener un cromosoma XY parecen niñas cuando nacen y en la pubertad reciben esa dosis extra de testosterona. Cuando el cuerpo responde, nacen los músculos, testículos y pene.

Increíblemente, este suceso ocurre en República Dominicana con varios niños a los que se los conoce en el lugar como los 'güevedoces', lo que se puede traducir como 'con peneas a los 12 años'.

Estos niños no muestran sus órganos reproductores masculinos hasta la edad de 12, cuando les empieza a crecer el pene y a aparecer los testículos.

En un informe, la BBC estuvo en el lugar y entrevistó a algunos de ellos: "Nunca me gustó vestirme como una niña y cuando me traían juguetes para niñas nunca los utilizaba", dijo Johny, antes conocido como Felicita.

Carlos, antes llamado Carla, fue otra historia que apareció en el medio, y cuya madre expresó: "Cuando cumplió cinco años, me di cuenta de que siempre que veía a uno de sus amigos niños, quería pelear con ellos. Sus músculos y su pecho empezaron a crecer. Podías ver que iba a ser un niño".

Esta inusual condición fue estudiada por un miembro de la Universidad de Medicina de Cornell, en Nueva York, Julianne Imperato-McGinley, quien llegó en los años 70 a esa zona remota de República Dominicana por los extraños reportes.

Finalmente, después de muchos y largos estudios, el investigador llegó a una conclusión que se basa en "el juego de los cromosomas".
Cuando una persona es concebida tiene normalmente un par de cromosomas X si va a ser una niña, o un par de cromosomas XY si va a ser un niño. Durante las primeras semanas en el útero el sexo es indefinido, y las hormonas del sexo aparecen luego de unas ocho semanas.

Si sos hombre, el cromosoma Y instruye a tus gónadas para que se conviertan en testículos y envía testosterona al tubérculo para que lo transforme en un pene. Si sos mujer, no producís dihydrotestosterona y tu tubérculo se convierte en un clítoris.

Cuando Imperato-McGinley investigó descubrió que esos niños tienen una deficiencia de una enzima conocida como 5-alfa reductasa, que convierte la testosterona en dihydrotestosterona.

Parece que esta deficiencia es una condición genética bastante común en esa parte de Dominicana, pero extraña en el resto del mundo. Por lo tanto, los niños a pesar de tener un cromosoma XY parecen niñas cuando nacen y en la pubertad reciben esa dosis extra de testosterona. Cuando el cuerpo responde, nacen los músculos, testículos y pene.