El hecho sucedió en la noche del lunes, cuando Lucas Cabello, de 20 años, ingresaba a su casa del barrio de La Boca de la mano de su pequeña hija de dos años, a quien le llevaba un sandwiche de milanesa.

Luego de un entredicho con el efectivo de la Metropolitana, otro agente que lo acompañaba le efectuó dos disparos: uno en la ingle y otro en la clavícula. Cuando Cabello cayó, intentó rematarlo efectuándole otro disparo en la pierna y, según comentaron familiares de la víctima, es la parte más afectada.

La violenta reacción del efectivo de la Metropolitana motivó una movilización de familiares, amigos y vecinos del joven, que califican el hecho como un nuevo caso de "gatillo fácil" protagonizado por efectivos de la fuerza policial creada por Mauricio Macri.

"En vez de persuadir e intentar alejarlo, reaccionaron disparando sus armas", señaló Victoria, amiga de Lucas, quien agregó que "el policía se desmadró y actuó con violencia y ahora el chico esta peleando por su vida".

Ante las versiones de que Lucas portaba un arma, Rubén, su padre, pidió "que se dejen de inventar" y aseveró que lo único que llevaba el joven en su poder era un sándwiche de milanesa.

Lucas Cabello se dedica a cuidar coches en el Restaurante 'Il Matarello', ubicado en las calles Martín Rodríguez y Villafañe, mientras que el agresor trabaja desde hace algunas semanas como consigna en un domicilio de la zona.