Judy van Niekerk es de  esas personas que prefieren perdonar y no guardar rencor. Así lo demostró cuando decidió visitar a su padre en la cárcel, abrazarlo, perdonarlo y decirle "Te amo".

Noe Walsh cumple su condena por abusar de su hija Judy desde que tenía seis años, mantenerla encerrada, golpearla e incluso dispararle una vez en el pecho y obligarla a someterse a un aborto casi agonizante usando un gancho de ropa.

Judy quedó sola y desamparada con Noe cuando su madre los abandonó y durante décadas fue sometida a abusos psicológicos y físicos. “Él era malo y mi madre una vez le dijo inútil y perezoso y él la golpeó", afirmó. “Cuando mi madre se fue, él me trataba como una esposa sumisa", explicó la mujer y agregó que Noé la obligó a compartir su cama desde los 11 años. “Yo debería haber estado yendo a la escuela pero él no me dejó. Me decía ‘tenes mucho que hacer aquí’".

"Tuve que quedarme en casa y cuidar de mis cinco hermanos. Me levantaba temprano para preparar el desayuno para todos, y prepararles para que se lleven el almuerzo”, relató la mujer que ahora se dedica a ayudar a otras personas a afrontar miedos y problemas.

“Me amenazó con cuchillos”, recordó y agregó: "Yo era sólo un niña cuando empezó sexualmente a violarme”. "Mis hermanos no sabían me quedé embarazada ese año, y que tuve un aborto por mi papá", explicó.

Cuando tenía 14 años, en medio de una discusión, Noé le disparó en el pecho. “Un vecino llamó a una ambulancia y los médicos dijeron que podría haber muerto”, contó Judy quien en ese momento decidió cubrir a  su padre y les dijo que había apretado el gatillo ella misma.

“Ese mismo año, me quedé embarazada por segunda vez. Quería quedarme pero papá no podía arriesgarse a que la gente sepa lo que me había hecho”, relató la mujer y detalló: “Me dio un puñetazo en el estómago, me hizo tomar baños calientes y finalmente me practicó un aborto casero usando un gancho de ropa”. Dos años más tarde, Judy tuvo otro aborto en una clínica y volvió a cubrir a su padre.

A los 20, finalmente la mujer se dispuso a escapar y terminó logrando viajar a Sudáfrica, donde conoció a Tiny van Niekerk, 46 años, con quien se casó.

En octubre del 2000, Walsh, quien tenía 55 años enfrentó 30 cargos, donde admitió tres cargos de violación y dos de exposición indecente.

El juez Carney, quien llevó adelante el proceso judicial, describió los crímenes “como uno de los peores casos de esta naturaleza que había oído en su vida” y encarceló a Wash con una pena de 15 años.

Sin embargo, cuatros años después de su condena, Judy recibió un mensaje donde le informaban que su padre tenía cáncer de pulmón terminal. “Me di cuenta que tenía que decirle que me importaba”, aseguró y relató: “Me daba miedo al principio, pero el temor pronto se desvaneció cuando puse los ojos en papá que estaba devastado por el cáncer”. "Yo le dije: ‘Te amo’ y me dijo lo mismo”, recordó y concluyó: “Finalmente yo estaba en paz”.