Después de asesinar a sangre fría a Valeria Coppa a metros de la Catedral Nuestra Señora del Nahuel Huapi, en Bariloche, Mariano Cordi dejó el auto en la casa de un conocido y se fugó. 

Pero, antes de escapar, el asesino se reunió con amigos en el centro de la ciudad donde les confesó lo que había hecho. Y algunos de ellos se presentaron por su cuenta en la comisaría para atestiguar. 

La Policía también tomó testimonios de personas que mantuvieron un diálogo con él minutos después de los violentos hechos, según informo Clarín.

Y por otro lado, el ministro Pérez Esteban explicó que "los testimonios son coincidentes y contundentes". La fiscal aseguró que "se logró determinar que el hombre se hallaba en su auto, el cual también fue identificado, por lo que inmediatamente ordenó su detención".

Ahora la búsqueda de centra en torno a su domicilio y el de sus familiares, además de varias fotos que se viralizaron para que alguien de noticias sobre su paradero. 

El terrible hecho ocurrió el martes pasado cuando Cordi citó a su ex pareja reciente, Valeria Coppa, a la Catedral de Bariloche, donde la golpeó y le disparó en la cabeza. 

Una transeúnte la vio tirada con su bicicleta y llamó a emergencias denunciando un accidente. Pero cuando llegaron vieron el orificio de bala y la trasladaron. 

A pesar de reanimarla dos veces no pudieron salvarle la vida y murió de camino al hospital.