El zika es un virus endémico de África, transmitido por el Aedes aegypti (el mismo mosquito responsable del dengue y la chikungunya), que se propagó de manera alarmante en Latinoámerica.

En el último boletín divulgado por el Ministerio de Salud de Brasil se indicó que ya se registraron 49 fallecimientos de bebés con malformaciones, de los cuales en cinco casos está confirmada la relación con el zika.

Estos casos confirmados ocurrieron en el noroeste del país, donde los bebés nacieron con microcefalia, es decir con un cráneo menor del normal.

Un estudio divulgado por el Instituto Carlos Chagas, un laboratorio público brasileño, confirmó que el "zika consigue atravesar la placenta de las gestantes y pone en riesgo la protección del feto".

Otro de los países afectados es Colombia que ya sumó  13.531 casos de zika. El Ministro de Salud de Colombia, Alejandro Gaviria pidió calma y sugirió que las mujeres no se embaracen hasta que se resuelva el alerta sanitario.

En Argentina se están extremando las medidas considerando la gran cantidad de ciudadanos que se hayan en el país vecino de vacaciones. Mientras tanto ya confirmaron cuatro casos de dengue en la ciudad de Buenos Aires.

Fuente: El País de Uruguay

La genética como ¿solución?

La empresa Oxitec,  filial británica de la compañía estadounidense de biología sintética Intrexon, asegura que las pruebas realizadas a pequeña escala - hasta el momento- demostraron que los mosquitos modificados genéticamente ayudaron a reducir la proliferación del Aedes aegypti hasta un 82 % en las localidades en las que se experimentó.