Como todos los 30 de mayo, hoy se conmemora en Argentina el Día Nacional de la Donación de Órganos y Tejidos. La fecha se propuso por el nacimiento del hijo de la primera paciente que dio a luz después de haber recibido un trasplante hepático en un hospital público, lo que representa la posibilidad de vivir y dar vida después de un trasplante.

En nuestro país hay más de 7.000 personas esperando un órgano o tejido para vivir o mejorar su calidad de vida, según el Incucai. En lo que va del año han sido donantes 232 personas y se han realizado 518 trasplantes.

El año pasado se realizaron 1750 trasplantes, de los cuales 204 fueron pediátricos y de esos 122 se hicieron en el Hospital Dr. Juan P. Garrahan: 45 fueron hematopoyéticos, 40 hepáticos, 32 renales, 4 cardíacos y 1 pulmonar.

"Podemos contar con los mejores procedimientos, los mejores recursos humanos, la mejor tecnología, pero nada de eso sirve sino existe, previamente, la voluntad y la vocación solidaria de donar", afirmó el presidente del Consejo de Administración del Garrahan, Marcelo Scopinaro.

"Las campañas de donación y la concientización sobre que la única forma de realizar este tratamiento que salva cientos de vida es mediante la donación de órganos es lo que nos permitirá seguir avanzando en la práctica y permitiéndole a muchos chicos mejorar su calidad de vida", agregó.

Si bien cada año se trabaja en concientizar a la población para generar una cultura de donación activa, la desproporción está a la vista. Donar es consolidar la vida en todos sus aspectos.

Un donante puede dar vida, prolongar la vida y mejorar la calidad de vida de muchas personas que esperan y esperan, en esa lista casi interminable.

La concreción del trasplante es posible gracias a la participación de la sociedad representada en el acto de donar, a la intervención de los establecimientos hospitalarios y a los organismos provinciales de procuración pertenecientes al sistema sanitario argentino.