El inspector de tránsito nunca pierde la compostura y trata con mucho respeto al hombre que dice ser un comisario inspector de la Policía de la Ciudad.

Gómez encima se atreve a dar consejos diciéndole al de tránsito que debería pedir apoyo para detener vehículos pero se ofusca cuando el agente le pide que espere al móvil.

Después le da una orden que no se entiende y el agente con toda amabiliadad le explica que si bien dijo un nombre nunca le mostró una credencial respaldatoria.

Y ahí es cuando a modo de amenaza el comisario le pregunta en qué comisaría presta servicio el agente y hasta asegura que “debería conocerlo”.

Afortunadamente todo quedó registrado y el comisario inspector Gómez no sólo se quedó sin su licencia de conducir sino que además fue sumariado y puesto a disponibilidad mientras se investiga el abuso de autoridad.