El hecho ocurrió en San Antonio de Padua. Haydee murió el jueves pasado, tras varios días de internación en la clínica Noguera.

Cuando el sábado su familia fue a buscar el cuerpo para poder enterrarlo, se presentó el primer problema: el cuerpo había desaparecido.

Con el dolor que conlleva la muerte de un familiar, la hija de Haydee entró a la morgue y revisó cuerpo por cuerpo, hasta que reconoció por un lunar a su mamá… pero luego en la cochería se dieron cuenta que era un error.

Volvieron a la clínica: el cuerpo había sido entregado a una familia de Morón que estaba a punto de cremarla. Por suerte pudieron resolver el problema a tiempo, aunque sin ayuda de la clínica.

Enojados, rompieron con una masa los vidrios de una clínica al no recibir explicaciones ni disculpas..