Cinco personas murieron al caerse una avioneta privada -propiedad de un empresario argentino- cerca de las 14 horas durante un viaje desde Carmelo (Uruguay) a San Fernando (Argentina).

El motivo para que la aeronave se precipitara sobre el Río de la Plata habría sido un desperfecto mecánico.

Fuentes del control aéreo del aeropuerto de San Fernando confirmaron que eran ocho pasajeros, siete hombres y una mujer, más el piloto.

La nave pertenece al empresario Federico Bonomi, dueño de la marca de ropa Kosiuko y también propietario del hotel Casa Chic de Carmelo.

Bonomi aseguró que en la nave viajaba un amigo suyo, Sebastián Vivona y el piloto Leandro Larrieda, que trabaja con él desde hace mucho tiempo.

El vocero de la Fuerza Aérea, coronel Álvaro Loureiro, informó que hay dos personas conscientes que ya fueron trasladadas a San Fernando, Argentina, y dos fueron trasladados a Colonia en estado grave.

En San Fernando hay dos personas internadas: Ignacio Losa y Santiago Villamil. Las imágenes obtenidas por C5N captaron el momento en que se retiraba al cuerpo de uno de los fallecidos, ubicado sobre al ala del aparato.

Gastón Jaunsolo, vocero de la armada uruguaya, confirmó que "la maniobra que realizó el piloto para dejar la nave es excelente, maniobrar así es de alguien que sabe, para no causar daños a la nave y mucho menos a los pasajeros".

El piloto había dado una señal de falla en uno de los motores. "Cuando cayeron llamaron por teléfono informando lo que sucedía y a partir de eso se inició el rescate", confirmó Juansolo.

Todos los pasajeros que viajaban en la aeronave eran de nacionalidad argentina: "La fuerza aérea uruguaya recibió la llamada. Son quienes dirigieron todo el operativo. Trabajamos en conjunto con la Argentina", sostuvo Jaunsolo y supuso que "uno de los que iba dentro del avión hizo el llamado".