La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, se refirió a la reunión que tiene programada con el Papa Francisco en Santa Marta, a la que irá acompañada por Ignacio Guido Montoya Carlotto, su nieto recientemente restituido.
"Si nos invita quiere decir que quiere conocer al nieto encontrado, saludarme y darnos un abrazo en una conversación que por ser en su residencia, será menos protocolar y más familiar, y, si puedo, reforzaré la actitud de apertura de la Iglesia que comenzó cuando (Jorge) Bergoglio fue electo Papa", adelantó Carlotto.
En ese sentido hizo alusión a la campaña que comenzó el lunes pasado con un spot publicitario en donde monseñor José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), convoca a la ciudadanía a aportar datos sobre posibles hijos de desaparecidos.
"Esperamos que esta campaña afecte a los feligreses y a aquellos que saben algo para que lo digan porque si bien hay mucho miedo todavía, acá existió un delito aberrante y por más que haya quienes digan que los nietos que buscamos están bien, no se puede aceptar que esté bien una persona que fue robada", subrayó.
Acerca de las denuncias por la complicidad de un sector de la iglesia con la dictadura cívico militar, por lo cual se ha condenado solamente al sacerdote Christian Von Wernich, la Presidenta de Abuelas explicó que "con una justicia lenta, es una etapa que tendrá que llegar".
"Los familiares de las víctimas hemos apuntado primero a los uniformados que fueron los autores materiales del exterminio ocurrido entre 1976 y 1983, después seguimos con los civiles cómplices, y todavía no hemos agregado la responsabilidad clerical que va a tener que llegar porque hay pruebas de que un sector de la iglesia participó por acción u omisión", narró Carlotto.
Asimismo cuestionó fuertemente las declaraciones de "algunos candidatos que anuncian claramente que si llegan a ganar las elecciones darán libertad a los asesinos o que permitirán que a partir de los 70 años cumplan condena domiciliaria". Al respecto advirtió que no lo permitirán, "porque las políticas de memoria, verdad y justicia no tienen vuelta atrás".

La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, se refirió a la reunión que tiene programada con el Papa Francisco en Santa Marta, a la que irá acompañada por Ignacio Guido Montoya Carlotto, su nieto recientemente restituido.

"Si nos invita quiere decir que quiere conocer al nieto encontrado, saludarme y darnos un abrazo en una conversación que por ser en su residencia, será menos protocolar y más familiar, y, si puedo, reforzaré la actitud de apertura de la Iglesia que comenzó cuando (Jorge) Bergoglio fue electo Papa", adelantó Carlotto.

En ese sentido hizo alusión a la campaña que comenzó el lunes pasado con un spot publicitario en donde monseñor José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), convoca a la ciudadanía a aportar datos sobre posibles hijos de desaparecidos.

"Esperamos que esta campaña afecte a los feligreses y a aquellos que saben algo para que lo digan porque si bien hay mucho miedo todavía, acá existió un delito aberrante y por más que haya quienes digan que los nietos que buscamos están bien, no se puede aceptar que esté bien una persona que fue robada", subrayó.

Acerca de las denuncias por la complicidad de un sector de la iglesia con la dictadura cívico militar, por lo cual se ha condenado solamente al sacerdote Christian Von Wernich, la Presidenta de Abuelas explicó que "con una justicia lenta, es una etapa que tendrá que llegar".

"Los familiares de las víctimas hemos apuntado primero a los uniformados que fueron los autores materiales del exterminio ocurrido entre 1976 y 1983, después seguimos con los civiles cómplices, y todavía no hemos agregado la responsabilidad clerical que va a tener que llegar porque hay pruebas de que un sector de la iglesia participó por acción u omisión", narró Carlotto.

Asimismo cuestionó fuertemente las declaraciones de "algunos candidatos que anuncian claramente que si llegan a ganar las elecciones darán libertad a los asesinos o que permitirán que a partir de los 70 años cumplan condena domiciliaria". Al respecto advirtió que no lo permitirán, "porque las políticas de memoria, verdad y justicia no tienen vuelta atrás".