Mientras algunos consideran que el haberse volcado a la religión no es más que una estrategia para quedar alojado en un pabellón evangélico otros creen que Máximo Thomsen recién está dándose cuenta de que pasará los próximos 50 años tras las rejas y que eso lo empujó a caer en un pozo depresivo.

Por el momento los 8 rugbiers condenados están alojados en el penal de Melchor Romero pero separados de la población general pero en los próximos días podrían ser trasladados a otros penales para cumplir con sus penas.

Máximo Thomsen fue señalado desde un primer momento como uno de los principales responsables del asesinato y el autor de la patada que pudo haber sido mortal pero ahora al joven parece haberle caído la ficha de lo que será su futuro y no estaría pasando por su mejor momento.