Según ese prestigioso organismo internacional, la tasa de homicidios regional es de 28,5 homicidios por 100.000 habitantes, lo que equivale a que 165.617 personas fueron asesinadas, y tres cuartos de estos homicidios fueron realizados con armas de fuego.
La tasa cuadruplica la del resto del mundo y es el doble que la de los países en desarrollo de África. La situación de violencia e inseguridad de los países en conflicto bélico no son tomados no aplican a este informe.
La lista de los cinco países con mayor grado de violencia es encabezada por Honduras. Según la OMS, allí mueren 103,9 personas por cada 100.000 habitantes. Mientras que Colombia y Venezuela, con una tasa de 57,6 por cada 100.000 comparten el segundo lugar. Detrás de estos tres países se ubica Jamaica, con una tasa de crímenes de 45,1, y Belize con 44,7.
En este punto llama extremadamente la atención que México, que por las noticias que llegan y por datos anteriores es visto como uno de los más violentos de la región, figura en el índice de la OMS con 24 homicidios cada 100.000 habitantes. Y de esa forma ocupa el lugar 34 en el mundo.
La lista de los cinco países más seguros o con menos índice de criminalidad de la región la encabeza Antigua y Barbuda, con una tasa de 4,4 muertos por cada 100.000 habitantes. Ubicado muy cerca de Las Antillas, es un grupo paradisíaco de islas apiñadas en el Mar Caribe.
En segundo lugar quedó Chile, con una tasa de 4,6 homicidios por cada 100.000 habitantes. Tercero se encuentra Cuba, con una tasa de 5. Y en cuarto lugar está la Argentina con un promedio de 6, seguido por Uruguay, con 7,5 asesinatos por cada 100.000 habitantes. A nivel mundial, la tasa promedio de homicidios es de 6,2.
“La elevada tasa de homicidios en América Latina es debida a varios factores: la desigualdad de los ingresos, una cultura machista donde la aceptación de la violencia es más fuerte; la presencia de numerosas armas de fuego, así como una presencia importante de droga y consumo de alcohol”, explicó en el extenso informe Etienne Krug, director del departamento que se ocupa de la prevención de la violencia y los traumatismos en la OMS.
La muerte por asesinato llega en la cuarta posición mundial después del sida, los accidentes automovilísticos y el suicidio para las personas que tienen entre 15 y 44 años, explica el documento de la OMS.
Países como Estados Unidos (5,4), Francia (1) y Japón (0,4) tienen tasas poco elevadas. El trabajo basado en datos obtenidos en cada uno de los países, aunque muchos gobiernos –como la Argentina– no colaboraron en forma oficial, hay conclusiones dignas para resaltar.
Por ejemplo que “Hay otras violencias, menos mediáticas, que deberían ser combatidas por los Estados con programas específicos”. En el mundo –cita el trabajo– “entre 100 y 140 millones de jovencitas y mujeres sufrieron mutilaciones genitales, unos 70 millones de jovencitas contrajeron matrimonio antes de los 18 años, a menudo contra su voluntad, y 7% de las mujeres corren peligro de ser víctimas de una violación en su vida”.
A nivel de continentes, América ocupa el primer lugar en muertes por homicidio, con 157.000 fallecidos en el año analizado (36% del total mundial). Le siguen África con 135.000, Asia con 122.000, Europa con 22.000 y Oceanía con 1.100, llevando el total global a 437.000.
"En el caso de Sudamérica, las tasas de homicidios en Uruguay, Chile y Argentina se acercan a las tasas más bajas de Europa, mientras en el norte de la subregión las tasas se asemejan más a las de Centroamérica", explica el informe.
Un 30% por ciento de los homicidios de las Américas están relacionados con bandas o grupos criminales, frente a apenas el 1 por ciento en Asia. A nivel global, un 79% por ciento de las víctimas y 95% por ciento de los asesinos son hombres. Un 43% por ciento de todas las víctimas corresponden a jóvenes de 15 a 29 años.
En tanto a la Justicia, en América por cada 100 homicidios, en 53 existen sospechosos y 24 terminan en condenas. Esto es más bajo que en Asia (48 por ciento) y Europa (81 por ciento). Es decir que aquí también influye como factor la visión de la falta de justicia si se compara con otras regiones donde la tasa de criminalidad es mucho más baja.

Según ese prestigioso organismo internacional, la tasa de homicidios regional es de 28,5 homicidios por 100.000 habitantes, lo que equivale a que 165.617 personas fueron asesinadas, y tres cuartos de estos homicidios fueron realizados con armas de fuego.

La tasa cuadruplica la del resto del mundo y es el doble que la de los países en desarrollo de África. La situación de violencia e inseguridad de los países en conflicto bélico no son tomados no aplican a este informe.

La lista de los cinco países con mayor grado de violencia es encabezada por Honduras. Según la OMS, allí mueren 103,9 personas por cada 100.000 habitantes. Mientras que Colombia y Venezuela, con una tasa de 57,6 por cada 100.000 comparten el segundo lugar. Detrás de estos tres países se ubica Jamaica, con una tasa de crímenes de 45,1, y Belize con 44,7.

En este punto llama extremadamente la atención que México, que por las noticias que llegan y por datos anteriores es visto como uno de los más violentos de la región, figura en el índice de la OMS con 24 homicidios cada 100.000 habitantes. Y de esa forma ocupa el lugar 34 en el mundo.

La lista de los cinco países más seguros o con menos índice de criminalidad de la región la encabeza Antigua y Barbuda, con una tasa de 4,4 muertos por cada 100.000 habitantes. Ubicado muy cerca de Las Antillas, es un grupo paradisíaco de islas apiñadas en el Mar Caribe.

En segundo lugar quedó Chile, con una tasa de 4,6 homicidios por cada 100.000 habitantes. Tercero se encuentra Cuba, con una tasa de 5. Y en cuarto lugar está la Argentina con un promedio de 6, seguido por Uruguay, con 7,5 asesinatos por cada 100.000 habitantes. A nivel mundial, la tasa promedio de homicidios es de 6,2.

“La elevada tasa de homicidios en América Latina es debida a varios factores: la desigualdad de los ingresos, una cultura machista donde la aceptación de la violencia es más fuerte; la presencia de numerosas armas de fuego, así como una presencia importante de droga y consumo de alcohol”, explicó en el extenso informe Etienne Krug, director del departamento que se ocupa de la prevención de la violencia y los traumatismos en la OMS.

La muerte por asesinato llega en la cuarta posición mundial después del sida, los accidentes automovilísticos y el suicidio para las personas que tienen entre 15 y 44 años, explica el documento de la OMS.

Países como Estados Unidos (5,4), Francia (1) y Japón (0,4) tienen tasas poco elevadas. El trabajo basado en datos obtenidos en cada uno de los países, aunque muchos gobiernos –como la Argentina– no colaboraron en forma oficial, hay conclusiones dignas para resaltar.

Por ejemplo que “Hay otras violencias, menos mediáticas, que deberían ser combatidas por los Estados con programas específicos”. En el mundo –cita el trabajo– “entre 100 y 140 millones de jovencitas y mujeres sufrieron mutilaciones genitales, unos 70 millones de jovencitas contrajeron matrimonio antes de los 18 años, a menudo contra su voluntad, y 7% de las mujeres corren peligro de ser víctimas de una violación en su vida”.

A nivel de continentes, América ocupa el primer lugar en muertes por homicidio, con 157.000 fallecidos en el año analizado (36% del total mundial). Le siguen África con 135.000, Asia con 122.000, Europa con 22.000 y Oceanía con 1.100, llevando el total global a 437.000.

"En el caso de Sudamérica, las tasas de homicidios en Uruguay, Chile y Argentina se acercan a las tasas más bajas de Europa, mientras en el norte de la subregión las tasas se asemejan más a las de Centroamérica", explica el informe.

Un 30% por ciento de los homicidios de las Américas están relacionados con bandas o grupos criminales, frente a apenas el 1 por ciento en Asia. A nivel global, un 79% por ciento de las víctimas y 95% por ciento de los asesinos son hombres. Un 43% por ciento de todas las víctimas corresponden a jóvenes de 15 a 29 años.

En tanto a la Justicia, en América por cada 100 homicidios, en 53 existen sospechosos y 24 terminan en condenas. Esto es más bajo que en Asia (48 por ciento) y Europa (81 por ciento). Es decir que aquí también influye como factor la visión de la falta de justicia si se compara con otras regiones donde la tasa de criminalidad es mucho más baja.