El Juez de la Corte Suprema Raul Zaffaroni presentó su renuncia a meses de cumplir 75 años, y abrió las puertas de la discusión y las negociaciones para nombrar a su reemplazante, ya que el Ejecutivo necesita los dos tercios de los votos en el Senado a favor de la propuesta. En este marco varias fracciones de la oposición manifestaron que no negociaran con el oficialismo, sobre todo la Unión Cívica Radical por su peso en el Senado.
"En principio me parece una irresposabilidad institucional no aceptar la discusión acerca de ningún candidato, cuando la exigencia de la mayoría calificada claramente se puso en la Constitución para que haya una discusión seria y responsable y no una obstaculización", expresó Zaffaroni acerca de la postura de la oposición.
–Corrámonos de lo viable, entonces, al menos para permitir un escenario ideal.
Desde su punto de vista una Corte ideal debería componerse de "no menos de 12 e incluso 15 ministros, dividida en salas especializadas para tratar los temas que llegan por vía de la llamada “arbitrariedad”, que no es otra cosa que una casación"..
El Juez calificó a la propuesta de incluír en el Código penal los supuestos de repercusión social o conmoción interna como "un término abominable". "La repercusión social como obstáculo a la excarcelación no es más que la repercusión mediática. No veo que tenga nada que ver con la probabilidad de rebeldía o con la obstaculización de la investigación. La prisión preventiva debe ser la excepción y nunca la regla", advirtió.
"Los delincuentes son argentinos, no nos confundamos-dijo Zaffaroni sobre la expulsión de extranjeros que delinquen - No hay ninguna sobrerrepresentación de extranjeros. Incluso algunas minorías, como la boliviana, no tienen casi representación en delincuencia grave. La conversión de pena alternativa o de probation en pena de extrañamiento (expulsión) la proponemos en el anteproyecto de Código Penal, y tampoco es ninguna novedad en el derecho comparado. Es imposible usarla para delitos graves, salvo después de cumplida la mayor parte de la pena en prisión".
Sobre la propuesta de bajar la edad de imputabilidad sostuvo: "la criminalización de adolescentes como pretendido remedio a la violencia no hace más que potenciarla. Crea o condiciona prematuramente más clientes de la cárcel, los deteriora y provoca futuras carreras desviadas".
Zaffaroni define al populacherismo penal, como lo que comúnmente se llama “terrorismo mediático” o “pánico moral”, como una "una táctica política detestable".  Consiste en "montarse sobre los peores prejuicios discriminatorios existentes en una sociedad y profundizarlos para explotarlos políticamente, sea en busca de votos o de consenso en la práctica de aberraciones y descontrol del poder punitivo que, lamentablemente, si no es contenido a tiempo termina en una masacre", explicó.
Zaffaroni comentó que luego de jubilarse piensa "sobre todo, volver a la docencia, en especial en las universidades del conurbano bonaerense, cuya realidad me entusiasma muchísimo".
"Hay que formar cuadros jurídicos que se incorporen a nuestras instituciones. El estudiantado de esas universidades representa una nueva clase social que se incorpora a los niveles terciarios. Esto es una maravilla, una nueva Reforma Universitaria. La de 1918 incorporó preferentemente a la clase media. Esta lo hace con las clases trabajadoras y más desfavorecidas de nuestra población. Es genial", subrayó.

El Juez de la Corte Suprema Raul Zaffaroni presentó su renuncia a meses de cumplir 75 años, y abrió las puertas de la discusión y las negociaciones para nombrar a su reemplazante, ya que el Ejecutivo necesita los dos tercios de los votos en el Senado a favor de la propuesta. En este marco varias fracciones de la oposición manifestaron que no negociaran con el oficialismo, sobre todo la Unión Cívica Radical por su peso en el Senado.

"En principio me parece una irresposabilidad institucional no aceptar la discusión acerca de ningún candidato, cuando la exigencia de la mayoría calificada claramente se puso en la Constitución para que haya una discusión seria y responsable y no una obstaculización", expresó Zaffaroni acerca de la postura de la oposición–corrámonos de lo viable, entonces, al menos para permitir un escenario ideal.

Desde su punto de vista una Corte ideal debería componerse de "no menos de 12 e incluso 15 ministros, dividida en salas especializadas para tratar los temas que llegan por vía de la llamada “arbitrariedad”, que no es otra cosa que una casación".

El Juez calificó a la propuesta de incluír en el Código penal los supuestos de repercusión social o conmoción interna como "un término abominable". "La repercusión social como obstáculo a la excarcelación no es más que la repercusión mediática. No veo que tenga nada que ver con la probabilidad de rebeldía o con la obstaculización de la investigación. La prisión preventiva debe ser la excepción y nunca la regla", advirtió.

"Los delincuentes son argentinos, no nos confundamos- dijo Zaffaroni sobre la expulsión de extranjeros que delinquen - No hay ninguna sobrerrepresentación de extranjeros. Incluso algunas minorías, como la boliviana, no tienen casi representación en delincuencia grave. La conversión de pena alternativa o de probation en pena de extrañamiento (expulsión) la proponemos en el anteproyecto de Código Penal, y tampoco es ninguna novedad en el derecho comparado. Es imposible usarla para delitos graves, salvo después de cumplida la mayor parte de la pena en prisión".

Sobre la propuesta de bajar la edad de imputabilidad sostuvo: "la criminalización de adolescentes como pretendido remedio a la violencia no hace más que potenciarla. Crea o condiciona prematuramente más clientes de la cárcel, los deteriora y provoca futuras carreras desviadas".

Zaffaroni define al populacherismo penal, como lo que comúnmente se llama “terrorismo mediático” o “pánico moral”, como una "una táctica política detestable".

Consiste en "montarse sobre los peores prejuicios discriminatorios existentes en una sociedad y profundizarlos para explotarlos políticamente, sea en busca de votos o de consenso en la práctica de aberraciones y descontrol del poder punitivo que, lamentablemente, si no es contenido a tiempo termina en una masacre", explicó.

Además comentó que luego de jubilarse piensa "sobre todo, volver a la docencia, en especial en las universidades del conurbano bonaerense, cuya realidad me entusiasma muchísimo".

"Hay que formar cuadros jurídicos que se incorporen a nuestras instituciones. El estudiantado de esas universidades representa una nueva clase social que se incorpora a los niveles terciarios. Esto es una maravilla, una nueva Reforma Universitaria. La de 1918 incorporó preferentemente a la clase media. Esta lo hace con las clases trabajadoras y más desfavorecidas de nuestra población. Es genial", subrayó.