Niels Högel fue sentenciado a cadena perpetua. La policía alemana cree, sin embargo, que hubo un total de 200 víctimas.

El ex enfermero alemán entre 2002 y 2005 asesinó a sus pacientes con inyecciones de sobredosis de medicamentos.

Niels fue descubierto en 2005 por una compañera de trabajo que lo sorprendió mientras le administraba un medicamento no prescrito a un paciente.

En 2015 fue juzgado por doble asesinato, dos intentos de asesinato y dos casos de lesiones graves. 

La Justicia alemana consideró al enfermero uno de los peores asesinos en serie de la historia reciente de ese país desde la Segunda Guerra Mundial.