A pesar de la gravedad de lo ocurrido, cuando Fernando Sabag Montiel le gatilló dos veces a centímetros de la cabeza de Cristina, en los medios hegemónicos hay quienes lo minimizan, quienes sospechan de intencionalidad del Gobierno para sacarle rédito y quienes azuzan el odio recordando episodios anteriores y justificando actitudes.

Nelson Castro optó por mezclar todas estas opciones al traer a colación el recuerdo del velorio de Néstor Kirchner para sostener que se intentó sacar provecho del dolor creando acciones falsas -como desfilar más de una vez frente al cajón-, y así abonar el campo de aquellos que sospechan de todo y juntan bronca.

La reacción de Víctor Hugo al escucharlo es de sorpresa absoluta, de no poder creer lo que estaba oyendo, en tiempos donde se debería condenar el atentado y tratar de bajar el nivel de violencia discursiva.