La política no es la televisión. Como tampoco lo es el fútbol, otro terreno que a Tinelli le fue esquivo. Es que después de aquel histórico empate por la presidencia de la AFA parecía que había aprendido las dificultades que trae aparejado.

Sin embargo insistió buscando insertarse en el incipiente armado de la cada vez más raquítica Alternativa Federal y se quedó con las manos vacías. Y estalló de bronca.