Como una especie de Viviana Canosa con menos pelo, Esteban Trebucq repite un modelo que a ella le ha funcionado para posicionarse dentro de los medios hegemónicos. Ya antes lo habían hecho Eduardo Feinmann y Jonatan Viale, y parece que todavía hay lugar para alguno más.

Ese rol exige más atacar que defender y Trebucq así lo entendió. En un ‘nado sincronizado’ con el discurso oficial que pretende instalarse desde las usinas de Juntos por el Cambio, embistió contra Axel Kicillof -¿para esmerilar a un posible candidato?- el gobierno nacional y la izquierda -que en Jujuy tiene mayor representación que en el resto del país- sosteniendo que la reforma constitucional ya fue plebiscitada en las elecciones.

Eso si, de la represión a los maestros y trabajadores, solo dijo que fueron un instrumento del kirchnerismo para “sembrar el caos”.