A esta altura queda bastante claro que la filtración de los chats de D'Alessandro fue algo interno del PRO y ahora Leandro Santoro considera que en realidad se trató de un vuelto por el otro escándalo que involucró a Patricia Bullrich, que le costó la cabeza Gerardo Milman.

La oposición está cada vez más desesperada por terminar de definir a sus candidatos pero el mientras tanto está dejando a demasiada gente en el camino.

Está claro que tanto Milman como D'Alessandro tienen muchas cosas que explicar a la Justicia pero hasta ahora estaban siendo protegidos por el partido y ahora hicieorn las veces de fusibles.

Las malas lenguas indican que en la pelea entre Bullrich y Larreta el marcador va 1 a 1.