Ante la inconsistencia de las “explicaciones” de D'Alessandro quien primero había asegurado ser víctima del robo de su teléfono y luego habó de hackeo, queda bastante claro que los chats filtrados eran reales.

Pero si no lo fueran ahora hay un nuevo elemento que resulta más difícil de negar. Un audio entre el ministro de Justicia y Seguridad porteño con el fiscal Augusto Troncoso, donde D'Alessandro le ofrece un avión para que viaje a Córdoba por temas estrictamente personales.

Claramente no es ético que el ministro tenga una relación tan estrecha con un fiscal de la Nación.