Luis Novaresio le fue llevando despacito hasta que Adolfo Rubinstein encaró el conflicto sin medias tintas y expuso con crudeza la división del radicalismo.

Así se refirió a quienes no aceptaron la conducción de Mario Negri como aquellos que le provocaron una gran molestia por no entender que estaban dando una pésima señal para la sociedad.

La ruptura del bloque radical en la Cámara de Diputados soprendió a todos porque llega en el momento en que el centenario partido se mostraba revitalizado por la presencia de Facundo Manes y planteaba enfrentar al PRO en la interna de Juntos por el Cambio.