Cuando el Gobierno de la Ciudad todavía tiene la temperatura alta por el reclamo sostenido por la venta de Costa Salguero y Punta Carrasco en Costanera Norte, hubo un cambio de fichas y el foco se puso en la Costanera Sur porque informó que alcanzó un acuerdo con IRSA y que será enviado a la Legislatura para insistir con un proyecto inmobiliario que ya se presentó varias veces y nunca consiguió ser aprobado: Solares de Santa María, un enorme barrio VIP en la ex Ciudad Deportiva de La Boca.

El grupo IRSA tiene que lograr cambiar la zonificación en el Código Urbanístico por lo que la nueva propuesta ofrece realizar un parque público de 478 mil metros cuadrados sosteniendo que el 67 por ciento de la superficie será un espacio verde.

Pero esos terrenos, vale recordar, eran de la Ciudad hasta que en 1964 el Congreso le donó ese predio a Boca que pensaba construir una Ciudad Deportiva que nunca se realizó. Ya en 1989 hubo una ley que permitió que el terreno se pudiera vender y Menem firmó un decreto para ampliar los terrenos a privatizar que en 1993 la sociedad Santa María del Plata lo compró por 22 millones de dólares. Esta a su vez se lo vende en 1997 al Grupo IRSA por 50 millones de dólares. Es este el Grupo que siempre apalancado en el oficialismo de la Ciudad insiste en buscar la aprobación de un proyecto en la Legislatura para cerrar un negocio que se estima puede redituarle más de 1.600 millones de dólares..

Informalmente al proyecto se lo conoce como Puerto Madero 2 al repetir el ciclo de que el Estado le vende el terreno a un privado a precio vil, luego garantiza que las condiciones para el negocio sean las necesarias y el privado se lleva la gran ganancia de los millones de dólares.

La ONG Observatorio de Derecho a la Ciudad señaló que “en este proceso histórico, el Estado perdió 71 hectáreas a cambio de nada y ni siquiera se respetará el destino por el cual cedió estas tierras estratégicas. La donación y posterior cesión de estas tierras no se realizó para que se desarrolle un complejo inmobiliario suntuoso “.

Fuente: Tiempo Argentino