El exmayor Ernesto Barreiro, quien había dicho al Tribunal Oral Federal Nº 1, que lo juzga por delitos de lesa humanidad, que sabía cuáles eran los posibles lugares donde fueron enterrados 25 desaparecidos, dijo ahora que "en ese momento ninguno sabía dónde se enterraban a los desaparecidos".

Barreiro reconoció que torturaba para sacar información, como le indicó Ernesto Tenembaum y el represor no negó, pero rechazó haber decidido sobre la vida y muerte de las 300 personas que pasaron por el centro clandestino de detención que él comandaba. "Si torturé –dijo luego–, lo voy a decir en el juicio".

Aunque había señalado presuntos lugares donde podrían hallarse cuerpos de sus víctimas, el represor dijo ahora: "No tengo nada que ver con la existencia de fosas comunes ni tengo la menor idea sobre los hornos... Yo no maté a nadie ni di la orden de la que lo hicieran".

Si bien dijo por FM Rock & Pop que "no fui jefe de torturadores" porque "fui jefe de un grupo de contra-inteligencia, que entre otras cosas interrogaba", aseguró que "las técnicas de interrogación eran múltiples" y destacó "la negociación con el detenido", pero dijo que "igual depende de lo que llamemos tortura...".