Gerardo Morales mostró toda su política del diálogo y Revolución de la Alegría durante un discurso en el que insultó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, porque no le gustó el fallo sobre Milagro Sala.

El gobernador que impulsó la detención ilegal de la militante social ahora se muestra furioso por el fallo del organismo internacional, que propuso medidas alternativas a la prisión preventiva, como prisión domiciliaria o fiscalización electrónica.