El periodista, cada vez más arrellenado en su sillón, pidió que la gente que la intensidad del castigo social se sienta, que puede -señaló- "ser Gils Carbó, que tiene hijos, tiene hermanos, tiene padres, tiene que sentir el rigor" de la sociedad.

"Que varios le peguen a uno que asaltó a otro, uno lo mira ya con simpatía...", dijo, aunque al observar a sus compañeros encontró un no.