La nueva ley de Ganancias dará la posibilidad a los inquilinos de deducir un 40% del precio de los alquileres, pero con un tope de poco más de 4.000 pesos por mes.

Sólo podrán acceder a este beneficio aquellos contribuyentes que no sean titulares de ningún inmueble, y si el alquiler es compartido, se podrá deducir la mitad del contrato para cada persona.

La AFIP será la encargada de "establecer las condiciones bajo las cuales se hará efectivo el cómputo de esta deducción", aunque no se contempla la gran cantidad de alquileres en negro que rigen en la Ciudad y, sobre todo, en el Conurbano. 

Vale destacar que la Administración Federal de Ingresos Públicos podrá exigir a los inquilinos que presenten los documentos legales del alquiler, las facturas mensuales y los recibos. Además, los propietarios deberán empezar a pagar IVA e Ingresos Brutos, entre otros impuestos.

Para Gervasio Muñoz, impulsor de la nueva ley de alquileres tan esperada por los más de seis millones de inquilinos del país, "el impacto será relativamente acotado en este universo" de personas, ya que muchos empleados alcanzados por el impuesto son propietarios.