Más allá de estar o no de acuerdo con la metodología de la toma de la escuelas, lo cierto es que los reclamos son justos y desde hace meses se están llevando a cabo diferentes manifestaciones y pedidos de reuniones con las autoridades que ya adelantaron que no van a discutir los problemas de fondo sino que sólo quieren discutir las formas.

Desde Mercuriali a Majul pasando por otros tantos que quedaron fuera del informe y hasta el mayor papelón protagonizado por Pablo Rossi, no sólo los chicos aprendieron algo de la decisión de tomar la escuela sino que también hicieron docencia que los comunicadores que en lugar de preocuparse por solucionar los problemas edilicios, las viandas vencidas y las mal pensadas presuntas prácticas profesionales que no son otra cosa que trabajo gratuito para empresas amigas cuestionaron la toma como medida.

Lo cierto es que la toma fue el último recurso al no ser escuchados después de agotar una larga lista de instancias previas.

Tweet de Diego Brancatelli