El macrismo homenajeó al personaje Sapo Pepe en la Legislatura porteña, donde Adriana Szusterman, quien hizo popular al sapito, recibió el reconocimiento de Personalidad Destacada de la Cultura.

Sucedió por una iniciativa de la diputada Mercedes de las Casas (PRO), quien destacó "su misión solidaria y su compromiso con la niñez. Es un regalo del cielo ser parte de la cultura de nuestros niños y Adriana tiene el don de acompañarlos en su crecimiento", expresó al inicio del acto. 

La homenajeada agradeció la distinción y sostuvo: "Esto redobla mi compromiso por dejar una huella en la niñez. Vale la pena tener un sueño sin importar que te critiquen, hay que ponerlo como meta y se podrá lograr".

"Adriana se ha convertido en el referente de la música para los más chiquitos de estos últimos tiempos, siendo, todos sus trabajos, material de estudio en los profesorados de las futuras maestras jardineras. Las canciones que ella grabó se cantan en todos los jardines de infantes del país y en algunos otros países de Latinoamérica", fundamentó la autora del proyecto, que aprobó el Cuerpo parlamentario en el mes de julio, según contó el sitio La Política Online.

Lo que parece que no se nombró allí fue la polémica que existe atrás de este pequeño sapo. Y es que la canción que enloquece a miles de niños y que elevó a la fama a Adriana, es objeto de una batalla judicial desde hace mucho tiempo. La controversia que lo llevó a Tribunales no tiene que ver tanto con el Sapo en sí sino con la canción, que ya fue interpretada por 23 artistas.

La canción del Sapo Pepe fue escrita en 1988 por Analía García (conocida como Candela porque era cantante del Dúo Candela). Poco después, Adriana Szusterman, hasta entonces maestra jardinera, la usó en sus clases como tantas otras y luego la incluyó en los espectáculos que hacía para chicos. La hizo famosa y tuvo tanto éxito que editó ocho discos, tres DVDs y varios libros.