Luis Novaresio utilizó todos los recursos del lugar común que circula por las calles porteñas. Es lo que se puede escuchar en un taxi, en la fila de un negocio, de parte de un familiar no tan cercano. Y es así porque son hablados por personas como Luis Novaresio que repite lo que sale caliente de las usinas del rumor.

Por eso el Chino Navarro apeló a su espíritu más pedagógico para ir desarmando una a una las chicanas que el conductor de América y sus panelistas, le disparaban.