El ganador de la interna de la alianza del PRO y la UCR en el municipio de General Pueyrredón, Carlos Arroyo, es conocido por actitudes que, como mínimo, deben ser tildadas de polémicas.

Concejal del distrito desde 2010, Arroyo tiene un pasado que eriza la piel y que incluye, entre otras cosas, una candidatura en la lista del exsubcomisario represor de la Dictadura, Luis Abelardo Patti.

El actual intendente, Gustavo Pulti, lo acusó de haber sido "funcionario de la Dictadura". A lo que el concejal asegura que sólo lo contraron "para arreglar un semáforo", aunque eso implicó que luego "siga tomando funciones".

En su momento se defendió diciendo que "yo he firmado hábeas corpus para salvar vidas en momentos en que muchos que ahora hablan de derechos humanos no estaban ni siquiera en Argentina", aunque en la actualidad no asiste a los actos de todos los años del 24 de marzo.

Ya en democracia, Arroyo fue adherente del partido Carapintadas, que intentaron alzamientos en 1987 y 1990. Y de su época de director de tránsito tuvo causas penales por violentarse contra personas.

En lo que respecta a derechos individuales, el concejal dijo que cuando se sancionó el matrimonio igualitario "el Congreso estaba en la pavada".

En su labor como legislador, firmó un proyecto para "prohibir las murgas en las plazas y sancionar económicamente a quienes violen la disposición". También estuvo en contra de declarar "símbolo nacional" a los pañuelos de las Madres de Plaza de Mayo.

También votó en contra de leyes fundamentales como la de la creación de la policía local y en su lugar propuso que los bañeros y placeros porten armas.

Si bien exalta su honestidad como gran virtud, vale recordar que su mano derecha es Emiliano Giri. El ahora candidato a diputado por Cambiemos pasó tristemente a la fama cuando en un móvil durante el mundial de Brasil dijo que que evade a la Afip porque le "rompen el orto".