Este jueves, el diario tiene como título principal que "en el último año se fueron de las escuelas públicas casi 50 mil alumnos", citando cifras oficiales del Ministerio de Educación de la Nación.

Capitanich cuestionó a los medios que “interpretan todo de una manera absolutamente negativa” y subrayó la importancia de poner el foco en el “análisis cualitativo” de los datos en cuestión.

De ellos surge que las variaciones en la cantidad de alumnos pueden tener “varias aristas”, dijo el funcionario, entre las que mencionó las “medidas de acción directa de los gremios” que pueden incidir en la decisión de los padres sobre la elección de la escuela para sus hijos.

"En muchas administraciones provinciales, existen unidades educativas privadas con un sistema de financiamiento por parte del Estado en infraestructura y en soporte de recursos para el pago de salarios docentes y no docentes, que figuran como unidades educativas privadas, lo cual distorsiona la interpretación de las cifras”, sostuvo el jefe de ministros.

"El avance cualitativo en la educación argentina es indudable, y tiene que ver con el rol del Estado, la inversión pública y las inversiones realizadas”, aseguró Capitanich en Casa de Gobierno.

Además remarcó que "la Argentina tiene una tasa de escolarización casi universal”, con una "matrícula total del sistema educativo, que alcanza a los 13 millones de alumnos”, dijo.

Finalmente, destacó el “esfuerzo” que realiza el Estado en términos de metas “para que la sala de 4 del nivel inicial tienda a la universalización en los próximos años”, y la inversión realizada en educación por parte del Estado, que representa el 6,47 por ciento del PBI.

Por otro lado, el funcionario se refirió a fuerte reacción del Grupo Clarín ante el proyecto de ley enviado al Congreso por el Ejecutivo, 'Argentina Digital', que creará un marco de competencia en lo que hace a televisión por cable; competencia que, por supuesto, los dueños de Cablevisión rechazan.

"El Grupo Clarín cree que las leyes del Ejecutivo se hacen siempre pensando en ellos, en ir en contra de sus intereses", dijo Capitanich, añadiendo que "la presidenta no gobierna pensando en el Grupo Clarín, lo hace pensando en el conjunto de todos los argentinos".

El proyecto que promueve el principio de "convergencia", es decir que posibilita a las empresas brindar al mismo tiempo servicios de telefonía, internet y cable, incentivando la competencia, favorece la calidad del servicio y por ende mejora la posición del usuario, lo cual apunta de suyo a la posición dominante de los monopolios que actúan en el sector.

De hecho, "ahora las telecomunicaciones pasarán a ser un servicio público en condiciones de competencia", dijo Capitanich, garantizando "la accesibilidad del servicio en igualdad de condiciones en todo el país".

De ahí la reacción de Clarín y sus empresas dependientes, como Cablevisión, que buscan "fortalecer constantemente su posición monopólica", advirtió el jefe de Gabinete, como "lo hicieron en connivencia con la dictadura militar al quedarse con Papel Prensa", concluyó.