“El CELS no sabe leer. Lee lo que le conviene y tiene una actitud beligerante y de obstrucción. Desde que nosotros somos gobierno, ellos y los que pertenecen al gobierno anterior lo único que hacen es hacer cada día más cortes de rutas, más piquetes”, manifestó Bullrich en una entrevista al Diario La Nación, en relación a las críticas que el organismo realizó luego de la difusión del nuevo Protocolo de Seguridad ante las Manifestaciones, impulsado desde su cartera.

El Centro de Estudios Legales y sociales no hizo esperar su respuesta y expresó que seguirá participando públicamente del debate sobre la aplicación del protocolo.

En la puesta en vigencia del “Protocolo de actuación de las fuerzas de seguridad del Estado en manifestaciones públicas” están en juego aspectos esenciales de la democracia y su aplicación afecta los derechos a la vida, a la integridad, de reunión, de petición a las autoridades y la libertad de expresión. Por lo tanto, nos proponemos darle continuidad a este debate iniciado, precisamente, porque hemos leído el Protocolo y porque, a partir del trabajo que llevamos adelante, podemos dar cuenta de las consecuencias que tendrá.

El organismo insistió en mantener su grado de alarma ante las disposiciones dispuestas por la ministra desde el protocolo, en relación a dos temas fundamentales: por un lado no prohíbe la portación de armas de fuego de los policías que pudieran entrar en contacto con manifestantes y por otro, l limita la tarea de los trabajadores de prensa en la cobertura de las protestas.

En relación al uso de armas el CELS advierte:

"El nuevo protocolo no prohíbe la portación de armas de fuego de los policías que pudieran entrar en contacto con manifestantes. Bullrich pretendió aclarar esta omisión diciendo que los efectivos de seguridad que se encuentren en la primera línea de la represión utilizarán “armas no letales”. Sin embargo, no hay ni en el texto de la resolución ni en las declaraciones de la ministra ninguna referencia a con qué criterios se utilizarán estas armas ni qué controles habrá. Se trata de un cambio de política alarmante ya que las llamadas “armas no letales”, entre ellas las balas de goma, producen heridas graves y pueden matar, como ocurrió en el caso del maestro Carlos Fuentealba en 2007."

Y en torno a la cobertura periodística el organismo expresa:

"Hemos visto las consecuencias de que las fuerzas de seguridad prioricen el desalojo del espacio público por encima de la vida y la integridad física. (…) En todas estas ocasiones el registro fotográfico y audiovisual fue fundamental para denunciar e investigar los hechos y las responsabilidades de los funcionarios. El nuevo protocolo también restringe esta posibilidad al limitar la tarea de los trabajadores de prensa en la cobertura de las protestas."

Leé el comunicado completo

El CELS armó además un compilado para mostrar las consecuencias que tiene la escalada represiva del gobierno: