El presidente de la nación  Mauricio Macri se sintió incómodo ayer, cuando circulaba es una obra recién inagurada. Todo se esperaba que fueran aplausos y felicitaciones, pero no fue así. Vió carteles que decían “No fue magia, gracias Cristina” y “Macri = Hambre”.

El trabajo de electrificación del Tren Roca, comenzó en la gestión Cristina Fernández, y la gente lo sabe. Sin embargo, el primer tramo se terminó dirante la actual gobierno.

Según publicó el Grupo Walsh en su blog, "es injustificado y oportunista acto de reinauguración de los trenes eléctricos, que Mauricio Macri organizó en Quilmes.  Fuimos para agradecerle a la expresidenta, esa obra decidida realizada y financiada por su gobierno, que beneficiará al pueblo trabajador del sur del conurbano, en momentos en que las políticas económicas de Cambiamos atacan al bolsillo con ajuste. El acto oficial - de un gobierno que insiste con una supuesta “pesada herencia -” pero aprovecha para intentar capitalizar realizaciones que no impulsó, se desarrolló en medio de un operativo de seguridad imponente."

Además agregaron que en el acto, el mandatario evitó todo tipo de contacto con vecinos, y solo se rodeo de funcionarios del PRO y radicales.

Entre los participantes se encontraban, la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), la Segunda Independencia, la Agrupación Néstor Kirchner, "Resistiendo con Aguante" Quilmes, el "Ateneo Néstor Kirchner (Solano) y el "Grupo Walsh" (FPV Quilmes).