El encuentro con la prensa se inició a partir de  las 11 en el Palacio de Hacienda y ambos funcionarios comenzaron dando detalles sobre el anuncio realizado el miércoles por la primera mandataria.

Mediante cadena nacional, Cristina Fernández de Kirchner anunció que el gobierno nacional enviará al Congreso un proyecto para una moratoria que será "la segunda etapa del Plan de Inclusión Previsional que beneficiará a 473.814 argentinos que estaban excluidos del sistema por no tener la totalidad de aportes", indicó.

Respecto de a quiénes se beneficiará con la medida, la Jefa de Estado señaló que "nuestro círculo rojo son los tres deciles más pobres de la sociedad", dijo la mandataria.

La moratoria vigente permitía regularizarse incluyendo aportes no ingresados hasta septiembre de 1993. Esta nueva etapa extiende ese plazo hasta diciembre de 2003 y plantea lograr la universalización jubilatoria, es decir, llegar al 100 por ciento de cobertura previsional.

Kicillof señaló "500 mil argentinos estaban privados de la posibilidad de tener una jubilación y ahora van a poder tenerla" y agregó: "Hoy no cobran jubilación y a partir de esta medida van a poder hacerlo. Y hay diarios que omiten esta información y hay personas que no se enteran";  "Esto le va a cambiar la vida a muchos argentinos".

"Vamos a vivir en un país todavía más justo, inclusivo e igualitario. Que un argentino que no cobraba jubilación hoy empiece a cobrala no sólo lo beneficia a él sino que tiene otros efectos sobre la macroeconomía", concluyó Kicillof.

Diego Bossio resaltó que “todos los trámites en la ANSES son gratuitos, por eso, los adultos mayores no necesitan de ningún gestor para jubilarse ni pagar por hacer el trámite, nosotros estamos capacitando a nuestros agentes para que la tarea sea llevada a cabo como corresponde”. Asimismo, el ministro explicó que la ANSES realizará un control patrimonial para que “esta política inclusiva llegue realmente a quienes son más vulnerables, a quienes trabajaron toda su vida pero que por las crisis quedaron sin empleo o trabajaron precariamente y no les hicieron aportes”.

El ministro de Economía también hizo referencia a los pedidos de la oposición y del sector financiero de recortar el gasto estatal y pidió que expliquen en "¿qué se quiere recortar, en educación, salud o seguridad social?".

Además manifestó: "Algunos políticos de la oposición, analistas, banqueros e industriales piden que se baje el gasto público. A mí me da escalofríos esta campaña, porque yo viví la década del 90 y el objetivo central era bajar el gasto. Esa política viene dictada por los organismos multilaterales de crético y la más rancia ortodoxia".

"¿Cómo el gasto público se va a convertir en inflación? Cada vez que hablan de bajar el gasto les ruego que digan cuáles son los renglones del gasto que se quieren recortar", indagó el funcionario.

Y detalló: "Hasta el año 2013 era del 8 por ciento y a partir del 2013 pasó al 13 por ciento el gasto social como porcentaje del producto bruto interno. En salud, educación y seguridad social ¿Cuál es el que quieren recortar? ¿Qué parte les molesta? No me llama la atención que venga del sector financiero que siempre ha sido enemigo del gasto público. El pago de la deuda externa está dentro del gasto público y eso no piden que se corte".

Cobertura previsional del 93,8%

En el año 2005 había un 57% de cobertura previsional en la Argentina, lo que significó que 5 de cada 10 abuelos no accedían a una jubilación. A partir de la puesta en marcha del Plan de Inclusión Previsional, se incorporaron al sistema jubilatorio 2.749.696 de adultos mayores a los que les faltaban aportes y a los que se les fueron descontando cuotas de la moratoria de su jubilación. Hoy, la cobertura alcanza a un 93,8% de la población, constituyéndose en la más alta de América Latina, con 5.907.860 jubilados.

El Plan de Inclusión Previsional, lanzado en 2005, redujo la pobreza y la indigencia entre adultos mayores y mejoró la distribución del ingreso. Asimismo, se convirtió en una política de igualdad de género, ya que el 73% de las jubilaciones otorgadas fueron hacia las mujeres. Además, protegió principalmente a los sectores más humildes, provocando un efecto distributivo positivo. Esto responde a que los fondos destinados a estos sectores de adultos mayores se vuelcan luego al consumo y al sostenimiento del empleo, generando un círculo virtuoso en la actividad económica.