Desde que Martín Carrizo le comentó a El Visionario sobre su enfermedad, muchos mensajes de solidaridad empezaron a surgir, sobre todo, desde la comunidad baterística argentina. Todos bajo el hashtag #FuerzaMartínCarrizo

Resulta que sobre el final de la semana pasada, el baterista de los Fundamentalistas del Aire Acondicionado protagonizó un relato desgarrador de la enfermedad que recientemente le descubrieron: Esclerosis Lateral Amiotrófica.

"Cuando empiezo a programar las máquinas, como ingeniero de sonido, comienzo a sentir una debilidad rara. No podía poner en marcha mi camioneta. Supuse que era por mi cansancio. Soy muy sano, jamás fumé, nunca tomé alcohol, nunca tomé drogas. Y me dije que debía estar estresado, porque me sentía bien. Me acuerdo que estaba acá en la escuela (Martin Carrizo School Of Rock & Arts), y decidí ir a tocar un tema en la batería. No podía tocar. No podía tocar ni un tema y tenía que enfrentar uno de los shows más grandes de la historia del rock. Y encima, a mí, se me ve como 'potencia'. Y todo se me estaba yendo...", así comenzó el relato del baterista.

A 15 días del show del Indio en Tandil, el baterista ya notaba algo extraño: "Me acuerdo que llego a casa y le digo a Maru, mi mujer, que no sabía qué me pasaba. Me metí en la cama, era un jueves, y me dije que no iba a salir hasta el lunes. Todo el viernes en la cama, el sábado estaba peor, no me podía ni levantar. Todavía no había llamado al médico, me quería reponer con una siesta (Risas). Porque me sentía bien, animado, alegre. Llamé antes a Julio (Sáez, el manager del Indio) que a un médico. Aparte le tenía que avisar que no podía tocar, 'vamos a tener que suspender el show', pensaba", expresó.

"Al lunes siguiente voy a ver a un médico de confianza. Lo primero que me dijo es de hacer un shock de cambio de alimentación. En esa instancia ya me caía al piso. Entre la dieta y la conciencia de que estaba por ver a un neurólogo empecé los ensayos sin que nadie se dé cuenta de mi estado, para que la producción no entre en pánico. Arrancaron los ensayos fuertes y más o menos pude asumirlo. A Tandil llegué a un 30% y nadie se dio cuenta. Fue mi último show. Después no pude tocar más".

Luego del recital de Tandil al histórico baterista del rock nacional le diagnosticaron Esclerosis lateral amiotrófica: "Me anuncian que no tiene cura, y que si tengo algún sueño por cumplir que lo haga ya porque pronto no me voy a poder valer por mis propios medios".

Pero sin duda su última frase puso la piel de gallina de todos: "Mi sueño es tocar la batería. Me sueño tocando. Me contacto con Dios y todos me dicen que le pida que me sane. Y les digo 'gracias'. Sé que le voy a ganar".