Ocurrió en Francia, en el pueblo de Bagnols, donde un joven de 12 años denunció a la policía que había sufrido un secuestro para justificar su "faltazo" al dentista. La policía buscó al secuestrador durante un mes y llegó a la conclusión de que el chico había inventado todo.


Cuando los oficiales interrogaron al adolescente, este les dijo que había salido de su casa rumbo al dentista, momento en el cual un automóvil se detuvo a su lado y lo metieron adentro. Según el elaborado relato del joven, luego de un trayecto considerable logró escapar de su secuestrador, quien milagrosamente no le hizo ningún daño.


El chico se animó a dar detalles del secuestro y describió a su raptor: un hombre de unos 30 años, de 1.74 metros de altura, musculoso y con una cicatriz vertical en la mejilla. Además, abundó en la descripción del vehículo y la ropa del supuesto criminal.


Luego de un mes de investigación, las autoridades encontraron varias imágenes em distintos videos de seguridad del pueblo de Bagnols donde se descubrió que coincidían con el absurdo relato del joven.


Fue allí cuando decidió confesar que todo había sido una gran farsa que creó para poder faltar al dentista, ya que le tiene terror.