Se trata de Tommy Connolly, de 23 años, un universitario australiano que dedica la mayor parte de su tiempo a convertirse en un atleta profesional, cuya vida dio un cambio inesperado en tan solo una semana.

Y es que la prima del joven, luego de recuperarse de una fuerte adicción, le pidió por favor que la adoptara. Tommy no lo dudó y se convirtió en su tutor para poder cuidarla de una posible recaída.

Al cabo de una semana su familiar dio a luz y de esa manera el joven se convirtió en abuelo.

"Ella pasaba más tiempo en la calle que en cualquier otro lado y conocía más a la policía que a su propia familia. Hasta incluso podría escribir un libro de experiencias traumáticas. No mucha gente conoce su historia. Es muy intensa. Nadie se merece la vida que tuvo", escribió Tommy a través de su Facebook.