Se trata de Joaquín García, un ingeniero español jubilado de 69 años que estuvo faltando al trabajo durante al menos 14 años -1996 hasta 2010- sin que nadie notara su ausencia y cobrando una nómina correspondiente a los 37.000 euros brutos anuales de su salario.

Todo salió a la luz cuando Jorge Blas Fernández, teniente alcalde del Ayuntamiento de Cádiz entre 1995 y 2015, decidió en 2010 realizar una revisión de control en la empresa de servicios públicos Aguas de Cádiz S.A. y se encontró con que nadie había visto a Joaquín durante años. "Lo llamé a él y me dijo que estaba de días de asuntos propios y le pedí que viniera a verme. '¿Usted qué hace? ¿Qué hizo ayer? ¿Y el mes anterior?'. No supo responder", cuenta Fernández, añadiendo que esta situación se dio a conocer cuando estaban "a punto de entregarle al funcionario una placa por los 20 años de servicio".

El expediente que se le abrió al funcionario español incluía el informe del entonces gerente de Aguas de Cádiz -ya fallecido-, quien tenía su oficina frente a la de García y aseguraba que llevaba años sin verlo.

García niega totalmente las acusaciones y se justifica afirmando que fue víctima de acoso laboral por parte del Partido Popular -PP-, que al acceder al Ayuntamiento en 1995 decidió "sacárselo de encima" enviándolo a un puesto sin tareas reales. El funcionario sostiene que acudió periódicamente a cumplir con su 'trabajo fantasma' y que durante todo este tiempo dedicó su tiempo a leer a Spinoza, filósofo del cual eventualmente se hizo experto.

Según su entorno, la razón por la que no denunció esta situación fue porque "tenía una familia que mantener" y, a su edad, "temía no encontrar otro trabajo".

Este 20 de enero el Juzgado Contencioso-Administrativo 1 de Cádiz falló a favor de imponer una sanción de casi 27.000 euros contra García. Es decir, el equivalente a un año de su salario neto.