Los habitantes de la península de Kamchatka descubrieron a un extraño personaje viviendo en el bosque y decidieron denunciarlo ante las autoridades. Se trata de un hombre que vivió en una casa construida bajo tierra desde hace once años y que logró sobrevivir a base de hongos, frutas y chatarra metálica. Su familia, que vive muy alejada, al sur de Rusia, lo daba por muerto.

El hombre corrió con la fortuna de vivir en majestuosas tierras cubiertas por manantiales térmicos y volcanes activos, que son muy visitadas por los viajeros rusos. Sin embargo, los vecinos de la localidad de Radygino no vieron con buenos ojos su presencia, por lo que fue denunciado ante las autoridades.

Según informó la Policía, el hombre estaba bien vestido y se comportó con normalidad mientras declaraba en la comisaría local, donde se presentó con su verdadero nombre.

Los investigadores revelaron que se trata de un desertor reclutado en el año 2003 y enviado a la localidad de Viliuchinsk, lugar habitado por pescadores y marineros militares. Luego de haber estado un año de servicio –el plazo era de dos años–, el joven escapó de su cuartel y meses más tarde sus familiares lo creyeron muerto, por lo cual la Policía dejó de buscarlo.

El desertor se escondió en los densos bosques de Kamchatka a unos 1.500 metros de distancia de una autopista, donde cavó un gran agujero en la tierra que ocultó con tierra y ramas de árboles.

El joven se las arregló para ganar dinero juntando frutos, hongos y ayudando a los pescadores con el salmón, mientras que en invierno vendía chatarra metálica.

Ahora, el superviviente podría ir hasta siete años a la cárcel por los cargos que afronta.