Todo iba a ser otro vuelo más en la vida de Neil Douglas, hasta que el escocés, de 32 años, encontró a su “gemelo”.

El avión partió de Stansted, Inglaterra, con destino a Galway, en Irlanda. La gran similitud pronto se convirtió en la atracción de los demás pasajeros, según informó Mirror. “Lo más curioso de todo es que él se había sentado en mi asiento”, dijo el escocés.

Como si la coincidencia fuera poca, al desembarcar en Galway, ambos se dieron cuenta que habían reservado en el mismo hotel, por lo que a la noche decidieron ir a celebrarlo en un bar con unas cervezas de por medio.