Byron Schlenker, de 37 años, y su hija Emily, de 14, ambos residentes de Syracuse, Nueva York, se ganaron un lugar en el Libro de los Récords Guinness por tener la lengua más ancha del mundo.

Por su parte, la lengua de Byron mide 8,6 centímetros de ancho, y la de su hija 7,3, obteniendo así el título de la lengua femenina más ancha.

Todo comenzó cuando Byron ayudó a Emily con un trabajo para el colegio. Allí, ojeando el Libro Guinness, encontró que la lengua más ancha del mundo era la de un chico australiano -7,9  centímetros-. “En ese momento me pregunte cuan amplia sería mi lengua”, dijo el hombre.

“Cuando voy al supermercado en la ciudad la gente me pide fotos y se sorprende que pueda hablar con naturalidad por el tamaño de mi lengua. Incluso, algunos vienen a mi casa para que les firme el ejemplar del Libro Guinness. Una vez una chica me pidió que lo lamiera, pero cortésmente le dije que no”, concluyó Byron.