A pesar de la presión ejercida sobre la ciudad australiana del estado de Queensland llamada Isis para que cambie su nombre por la posible asociación con el Estado Islámico, los residentes se niegan rotundamente y exigen que se respete la tradición.

Fundada en 1887, la comunidad agrícola de 6.000 habitantes se enorgullece de llevar el nombre -que proviene de un río en Inglaterra- y están dispuestos a que continúe de esa manera.

De hecho, el nombre Isis aparece en diversos establecimientos de la zona, como en un club, una tienda y la pileta pública, entre otros.

"La opinión general es que el accionar del Estado Islámico no debe tener influencia en nuestro nombre. Después de todo, fuimos los primeros en adoptarlo" dijo Wayne Heidrich, dueño y editor del periódico local Isis Town & Country.