En Estados Unidos, tuvo lugar la escena más ridícula que se pueda ver en un aula de tercer grado: una niña de 8 años, fue expulsada del colegio por llevar una torta de cumpleaños que le había preparado su abuela, y un cuchillo para cortarla.

El profesor se hizo cargo del "arma peligrosa" y después de cortar el pastel y repartirlo entre los alumnos, avisó al director de que la niña portaba un cuchillo.

La autoridades del colegio tomaron la decisión de denunciarla y expulsarla inmediatamente por un año. La medida está amparada por una ley estatal de tolerancia cero de armas en los colegios.

La norma consiste en sancionar cualquier quebrantamiento de la misma, sin importar las circunstancias, la ignorancia o los errores accidentales.

Pero esta chica no fue la única. A Zacharie, un niño de tan solo 6 años, lo castigaron con una suspensión de 45 días, en una escuela alternativa para estudiantes con problemas de conducta.

Zacharie había llevado un utensilio de camping, supuestamente  "peligroso": se trataba de un objeto que no tenía nada más que un cuchillo, una cuchara y un tenedor.