La compañía alemana Vivir en Rothenstein creó un búnker de cinco estrellas donde se alojarán 34 familias, en caso de que llegue el fin del mundo.

La instalación de mil millones de dólares tendrá pileta, gimnasio, un parque dedicado a la jardinería y hasta incluso un cine por si el apocalipsis se torna un poco aburrido.

“Un reconfortable espacio para usted y sus seres queridos en un refugio subterráneo construido para soportar cualquier catástrofe”, señala la empresa a través de su página web, citando la Biblia, el Nostradamus y el Tercer Secreto de Fátima, para atraer a sus clientes ricos.

Los precios solo se notifican a los clientes con verdadero potencial de adquisición. El siguiente paso de la empresa es crear una red subterránea de búnkeres que se conecten entre sí.