El número de víctimas por la explosión de una mina en Turquía ascendió a 238 mineros, mientras que aún 400 personas permanecen atrapadas bajo tierra, como consecuencia de una de las peores tragedias industriales ocurridas en el país.

El ministro turco de Energía, Taner Yildiz, confirmó la cifra de muertos, destacando que el balance podría seguir aumentando, y en este sentido agregó: "Estamos entrando en una fase crítica”.

Del mismo modo, el ministro dio parte de 80 heridos entre los rescatados, cuatro de ellos graves, mientras explicó que eran 787 los trabajadores que se encontraban en la mina de Soma, cerca de Esmirna, en el momento de la deflagración.

"El balance de muertos, que ya es muy alto, se está acercando a un nivel muy inquietante”, sostuvo el ministro, y agregó: “Si ha habido alguna negligencia, no vamos a hacer la vista gorda".

La explosión habría sido causada por una falla eléctrica en un transformador, y provocó el derrumbe de las galerías de la mina de carbón ubicada en el oeste de Turquía.

Según explicó a la agencia AFP un responsable de la mina, muchos de los mineros lograron escapar, pero otros quedaron atrapados en una zona aislada.