"El plan comenzará con mi orden de alto el fuego unilateral" en las regiones orientales del país, Donetsk y Lugansk, donde las tropas gubernamentales combaten contra las milicias separatistas prorrusas, anunció el mandatario Petro Poroshenko en declaraciones a la prensa.

Poroshenko indicó que el plazo en que regirá el alto el fuego será breve y durante ese período las formaciones armadas ilegales deberán deponer las armas y aquellos que lo deseen podrán abandonar el país.

El presidente ucraniano, que no precisó cuándo ordenará a sus tropas cesar las acciones militares, aclaró que su plan de paz deberá "recibir el apoyo de todos los participantes en los acontecimientos" en el sureste del país.

Ahora resta saber qué harán los rebeldes separatistas de las mencionadas regiones ante las conversaciones entre los gobiernos ucraniano y ruso que, por el momento, no los incluye. Sin embargo, la posición de Moscú, propensa a un plan de paz, los dejaría políticamente debilitados.

De hecho, Poroshenko mantuvo en la noche del martes una conversación telefónica con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, en la que se abordó la posibilidad de un alto el fuego en la zona del conflicto.

"Los presidentes de Ucrania y Rusia conversaron sobre una serie de medidas prioritarias que se necesita aplicar para lograr un alto el fuego estable y abordaron la vías más eficaces de su supervisión", declaró el vocero de Poroshenko, Sviatoslav Tsegolko, citado por la agencia EFE.

Además, Tsegolko aclaró que el presidente ucraniano llamó a su par ruso a interceder para conseguir la liberación de "todos los activistas y periodistas detenidos", en alusión a los ucranianos capturados por las milicias pro rusas.

En Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, confirmó que los dos presidentes "tocaron el asunto de un posible alto el fuego en la zona de combates en el sureste de Ucrania" y debatieron asuntos relativos a las relaciones bilaterales.

Peskov también indicó que Putin le manifestó a su par ucraniano su "preocupación" por la muerte de dos periodistas rusos en la región de Lugansk e insistió en la "necesidad de garantizar la seguridad de los representantes de los medios informativos que trabajan en Ucrania en la zona del conflicto".

Se trata del corresponsal de la Radio Televisión Estatal de Rusia (VGTRK, por sus siglas en ruso), Agor Korneliuk, y el técnico de sonido Antón Voloshin, que murieron el martes por fuego de morteros en la afueras de Lugansk.