A días de una nueva cumbre del G20 en Hamburgo, en Alemania, los presidentes de Rusia y China se reunieron en Moscú y remarcaron la necesidad de resolver los “problemas de la península de Corea”  ya que resulta  “inadmisible” el anuncio del lanzamiento de un misil balístico por parte de Pyongyang. 

Rusia y China exhortaron “con insistencia” a Corea del Norte a que respete las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y pidieron la pacificación de la península con la “congelación simultánea” de las actividades nucleares de Corea del Norte y de los ejercicios militares entre Estados Unidos y su aliado en Seúl. 

“La posibilidad de recurrir a medidas militares para la solución de los problemas de la península de Corea debe ser excluida”, señala la declaración que involucra a ambos mandatarios, según la cual, en aras del equilibrio y la estabilidad internacional y regional, “las relaciones de aliados entre Estados no deben perjudicar los intereses de terceros”.

Sobre Estados Unidos, Moscú y Pekín se pronunciaron “en contra de la presencia militar de fuerzas de fuera de la región en el Noreste de Asia" y remarcaron que la instalación de los sistemas antimisiles norteamericanos en la zona “perjudica seriamente los intereses de la seguridad estratégica de los Estados regionales, incluida Rusia y China, no contribuye a lograr el fin de la desnuclearización de la península de Corea, ni tampoco a garantizar la paz y la estabilidad en la región”.

Rusia y China llaman al cese de tensiones entre Corea del Norte, del Sur y Estados Unidos

Durante la visita de Xi Jinping a Moscú se firmaron cerca de 40 acuerdos por valor de más de 10.000 millones de dólares, según los medios rusos. Gazprom, ya ha puesto fecha al comienzo de los primeros suministros de gas a China y destacó que el gasoducto la Fuerza de Siberia comenzará a funcionar el 20 de diciembre de 2019, según dijo Alexéi Miller, el jefe del consorcio de producción de gas ruso. 

Por otra parte, el Fondo Ruso de Inversiones Directas (RFPI) y el Banco de Desarrollo de China (China Development Bank) acordaron crear un fondo para inversiones en la moneda china y así activar un mecanismo simplificado de inversiones directas en divisas nacionales por un total de 68.000 millones de yuanes (10.000 millones de dólares).