La preocupación que despertó en el mundo el caso del conflicto argentino contra los fondos buitre, tomó finalmente en la voz de intelectuales autorizados en materia económica, la forma que debía cursarse en la Organización de Naciones Unidas.

"Los mercados de deuda soberana juegan, hoy día, un destacado rol en la economía global", sostuvieron los galardonados con el Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz y Robert Solow.

Ambos, junto a un grupo de destacados pensadores de la economía mundial, advirtieron que las crisis de los mercados de deuda "pueden interrumpir procesos de desarrollo de forma significativa".

La carta tiene por objetivo instalar la necesidad de prever situaciones de abuso por sobre la soberanía de los estados: "En dichas circunstancias debería existir una forma de reestructurar las deudas" con garantías de equidad entre actores.

Las otras firmas que apoyan el reclamo son las del vicepresidente de Brookings Institution, Termal Dervis; del profesor de economía de la Jawaharial Nehru Universisty, New Delhi y Secretario Ejecutivo de IDEAS, Jayati Ghosh; y de los docentes de la Escuela de Ciencias Sociales en el Instituto de Estudios Avanzados en Princeton, Dani Rodrik y Albert O. Hirshman.

También del profesor de Ciencias Políticas y Económicas de la Yale University, John Roemer; y del ministro de Relaciones Exteriores y Culto de la República Argentina, Héctor Timerman.

Los intelectuales pidieron que los avances en desendeudamiento privado, desarrollados ordenadamente por distintas naciones, deberían tener un mecanismo paralelo para los casos de estados deudores: "Lamentablemente, no existe un mecanismo comparable para las deudas soberanas".

"La importancia de esta laguna, con sus serias repercusiones, ha sido reconocida en múltiples ocasiones por el FMI y por la Comisión Internacional de Expertos en Reformas del Sistema Monetario y Financiero Internacional, convocada por el Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas", señala el documento.

La carta advirtió sobre la "necesidad urgente de mejorar la coherencia, gobernanza y consistencia de los sistemas monetarios y financieros internacionales".

"La Organización de las Naciones Unidas está bien posicionada para participar en una variedad de procesos de reformas tendientes a mejorar y fortalecer el funcionamiento efectivo del sistema y de la arquitectura financiera internacional", destacaron sobre el camino que podría tomar una asamblea en la ONU.

Los intelectuales hablaron indirectamente sobre el caso argentino, como una advertencia de las amenazas que representan los sectores especulativos: "Eventos recientes han puesto a la luz los riesgos de no contar con un mecanismo de reestructuración de la deuda soberana de esa naturaleza".

Entre las consecuencias que tiene este problema en la economía mundial, señalaron la dificultad de los países deudores de alcanzar mecanismos para superar sus compromisos, resultando en atrasos en las reestructuraciones negativos "tanto para los Estados soberanos, como para los inversores de buena fe".