“No al golpe de Estado”, “Sí a la democracia” y “Vamos a respetar la Constitución Federal” fueron algunos de  los carteles que levantaron en alto quienes decidieron mostrar su apoyo a Rousseff ante la posibilidad de un golpe de estado disfrazado de juicio político. 

Este apoyo adquirió mayor importancia luego de que el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), liderado por el vicepresidente Michel Temer, abandonó la alianza política con la presidenta Dilma Rousseff y se declaró "independiente".

El PMDB cumple un rol clave en caso de que se produzca un juicio político ya que cuenta con las primeras minorías en la cámara de Diputados y del Senado. 

"Hemos rastreado un largo camino para volver a la democratización de Brasil y no nos detendremos ahora que todo está perdido con esta amenaza golpe de estado registrado por los sectores conservadores. Este juicio político que están tratando de hacer no tiene fundamento legal", afirmó el parlamentario Wadih Damous del Partido de los Trabajadores; según reprodujo Telesur. 

Además mostraron su respaldo a Dilma y Lula Da Silva la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), la Unión Nacional de Estudiantes (UNE), Centro de Estudios de Medios alternativos Barão de Itararé, Intervozes , la democratización de la comunicación por el Foro Nacional (BDNF), Fuera de Eje, Justicia conjunta y los derechos humanos (JusDH), Consejo Nacional de Iglesias cristianas (CONIC), Juventudes socialistas Unión (EPU), Centro brasileño de Solidaridad con los Pueblos y Lucha por la la paz (Cebrapaz), entre otros.