"Los golpistas no me van a voltear", aseveraba Dilma Rousseff en uno de sus últimos discursos desde el Palacio Planalto, en Brasilia. La presidenta del Brasil llamaba así, sin medias palabras, el virulento proceso desestabilizador encarado por la derecha de su país, tanto en el plano mediático como en el político y el judicial.

En radio Mitre, Jorge Lanata coincidió con la mandataria brasileña: en Brasil hay un intento de golpe de Estado en curso; sin embargo, y para ser fiel a la línea político-editorial de sus patronos, el inefable periodista hizo una interpretación muy particular, muy 'sui generis', de la situación política en el gigante sudamericano.

"A mí me parece muy agarrada de los pelos la interpretación de un golpe, y en verdad, si vos me preguntás a mí, yo creo que el golpe lo está dando Dilma, no se lo están dando a ella", afirmó Lanata mientras hacía una entrevista, sin sonrojarse.